Remolcado, con paso lento y arropado por cientos de seguidores y curiosos durante todo el trayecto. Así se ha paseado el transbordador espacial Endeavour por las calles de Los Angeles durante casi dos días. Los organizadores esperan que llegué a su destino esta madrugada (hora española).
Le esperan en el California Sciencie Center (CSC), donde se convertirá en una pieza de museo que podrá ser visitada. Aunque su estancia allí será temporal, ya que la idea es alojarlo definitivamente en el centro aeroespacial Samuel Oschin, cuando finalice su construcción en 2017.
El remolque que arrastraba al Endeavour desde el aeropuerto de Los Angeles hasta el California Sciencie Center no podía superar en todo el recorrido los tres kilómetros por hora. No es fácil mover una masa de 88 toneladas.
De hecho, en su primera parada tuvo que esperar casi nueve horas hasta que los operarios lograron despejar el tendido eléctrico para aparcarlo junto a un centro comercial.
La preparación de este último viaje del Endeavour ha llevado más de un año y medio, ya que ha habido que diseñar todo un plan para poder mover la enorme nave. Este ha incluido retirada de semáforos, cableados, señales y la tala de 400 árboles que han prometido replantar.
Desde finales de este mes todo aquel que tenga curiosidad por ver el Endeavour de cerca solo tendrá que ir al CSC, que lo alojará en uno de sus hangares. El precio de la entrada (aún por definir) rondará los tres dólares.
Lo que no se podrá es entrar en el interior del trasbordador. El reducido espacio de este ha hecho que el CSC decida vaciarlo y recrear su interior fuera de la nave.
La primera vez que el Endeavour despegó cambio del espacio fue allá por 1992. Desde entonces, ha participado en 25 misiones y recorrido una distancia de 197.761.261 kilómetros.
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